Esta película es la muestra viva de cómo una campaña de mercadeo puede desvirtuar completamente a una buena película. Parece ser que nunca se estrenó en México pero gracias a Internet y los elefantes blancos llamados «video clubs» aun podemos verla.
Me explico. Como podrán ver en este cartél que he puesto a proposito de entre otros posibles, la mercadotécnia de la pelicula apunta a un cinta de acción, al estilo Hollywood por supuesto. Si esto es lo que usted espera, se llevará una desepción mayúscula después de los primeros quince minutos.
Le historia es mucho más profunda y la acción que llena, eso sí, muy al estilo Hollywood los primeros minutos de la trama, es sólo un pretexto del director Mahsun Kirmizigül para plantear la verdadera historia.
La narración nos lleva durante 100 minutos por un trama que parece fácil, quizá hasta demasiado simple para ser apreciada, pero va sembrando detalles que parecen inconsistencias, debilidades del guión. Los últimos 20 minutos redondean la historia, nada más que decir, hay que verla, eso sí, con la paciencia necesaria pues no se trata de una producción clásica norteamericana en la que se satura la pantalla de imagenes y sonidos.
La pelicula pude parecer a algunos gustos extremadamente política, pero hoy día, disfrazada de acción o de drama, siempre, siempre nos darán una dósis de postura política o cultural. En este caso nos encontramos con una invitación a la reflexión del anti-islamismo desmedido, sin ser panfletaria nos muestra otra cara del Islam, una que casi nunca vemos y que sin embargo, al menos para mí, es una luz de esperanza por la paz en este mundo cada vez más desquiziado por todas las formas de terrorismo, el físico y el emocional.
La cinta nos permite además, conocer un poco este mosaico cultural y religioso que es Turquía, un país frontera no sólo geográfica (el límite entre europa y el medio oriente) sino cultural y religiosa.
En la parte técnica habrá que agradecer la fotografía pulcra y precisa, una banda sonora apropiada y una actuaciones irregulares. Quizá le menos agraciada es la del propio director que interpreta uno de los papeles principales, el del policía Firat. Aplauso para Haluk Bilinger en lo que me parece que es uno de sus mejores papeles.
Como dato interesante: Kirmizigul se gastó todas las ganancias de sus películas anteriores en hacer esta cinta.
No sólo nos vemos… también nos conocemos en el cine.